Hacerme cargo de mí

Hacerse cargo de uno mismo supone dejar de depositar la responsabilidad de lo que pasa en mi vida en el mundo que me rodea.

Hacerse cargo de uno mismo significa:

Asumir el peso de nuestra realidad.
Tomar decisiones.
Correr riesgos.
Hacerse responsable de las consecuencias.

Hacerse cargo de uno mismo es dejar de esperar que alguien llegue para organizar mis prioridades, decirme qué pasos debo seguir o me ofrezca oportunidades, para empezar a ser “la propietaria de mi vida”: Invertir en mí, salir a buscar lo que necesito, arriesgarme, equivocarme y volver a intentarlo.

Psicóloga_Granada-Julieta_Domenicone-Responsabilidad

¿Por qué razón evitamos hacernos cargo de nosotros mismos, de nuestros proyectos, emociones, ambiciones, deseos, etc…?

La respuesta es muy simple: Evitamos hacernos cargo, porque si fracasamos la culpa o responsabilidad de ese fracaso no es nuestra:

“El mundo no me ha dado lo que necesito”, “el mundo no me ha brindado oportunidades”.

Qué necesito para hacerme cargo de mí?

Para hacerme cargo de mí, solo necesito tener claros dos elementos:

¿Quién soy?

¿Qué grado de motivación tengo?

Saber quién soy y quéme define

Profundizar en quién soy nos ayuda a ser más comprensivos, tolerantes y afectivos con nosotros mismos.

Responder a esta pregunta requiere:

Honestidad para no mentirnos.
Valentía para aceptar aquello que rechazo o niego en mí.

Para saber quién soy, también debo hacerme una serie de preguntas y darles respuesta:

¿Qué dirección le quiero dar a mi vida?
¿Qué necesito para ir en “esa” dirección y en qué cantidades?
¿Cumplo las expectativas de los demás y los modelos sociales o sigo mis propios proyectos?
¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Qué me hace levantarme? ¿Para qué hago lo que hago, pienso lo que pienso…etc?
¿Qué tengo para dar?

Si necesitas algunas pautas más sobre Autoestima, pincha en la imagen.

Autoestima
Julieta Domenicone

Mi grado de motivación

La motivación no es algo que simplemente “nace de mí”. Es el resultado de lo que he hecho y hago en mi vida (Es a la vez resultado de y motor de movimiento”.

La motivación es:

Contextual: Depende de nuestras circunstancias
Temporal: Está sujeta a fluctuaciones.
Está muy asociada a cada uno.

Es fundamental cultivar la motivación, ya que es el elemento que nos permite ir más lejos, tomar riesgos y diversificar el número de direcciones en las que puedo ir.

La motivación no tiene nada que ver con un estado de ánimo, por lo tanto, no se llega a ella dándonos ánimo, a la motivación se llega con planificación y estrategia:

¿Qué necesito para planificarme?:

Romper el “No voy a poder”.
Tener objetivos realistas.
Aprender a superar obstáculos: Los programados y los inesperados.
Desafiar los propios límites.
Buscar un respaldo afectivo.

Puedes en centrar algunas claves más sobre la Auto-motivación en sí pinchas en la imagen.

Automotivación Granada
Julieta Domenicone

El gran enemigo: La búsqueda de la perfección.

La búsqueda de la perfección está, por un lado, asociada a nuestra propia mirada y, por otro lado, asociada a la mirada de los demás.

La búsqueda de la perfección asociada a la mirada de los demás: Ya siendo muy pequeños tenemos la necesidad de mostrar nuestros logros y observar y analizar la respuesta de mi público: “mamá, mamá… mira como monto en bici” y estas respuestas nos van sirviendo de feedback. El problema viene cuando en la vida adulta dependo tanto de ese feedbak que no soy capaz de tomar decisiones sin consultarlas.

La búsqueda de la perfección asociada a nuestra propia mirada: En estos casos y dado que la perfección no existe, terminamos por construir un personaje “perfecto” que va a asumir las responsabilidades de mi vida. Este personaje, en muchas ocasiones carece de valentía y libertad, dado que el error no está permitido, son personajes que se mueven muy lentamente y nunca asumen riesgos. Por supuesto estos personajes solo se relacionan con otros “seres perfectos”