Dejar de postergar
Postergar, es dejar para otro momento aquellas cosas que debo o deseo hacer.
Mañana lo hago…
En muchas ocasiones, tendemos a postergar cosas que necesitamos hacer.
Este mecanismo va desde la postergación de pequeños detalles, como responder a un mensaje, hasta retrasar la toma de decisiones trascendentes de nuestra vida, como reconciliarnos con seres queridos o emprender proyectos.
Dejar las cosas en suspensión puede acarrear profundas consecuencias en personas “fuertemente postergadoras”. Hay situaciones, que de tanto aplazarlas, se hacen inabordables: “ese tren ya ha pasado”
La vida no se puede postergar, no la podemos dejar para mañana.
Consecuencias de postergar:
- Lo que postergo me avergüenza, porque me obliga a justificarme ante la persona con la que tenia “ese” compromiso que no he cumplido o ante mi mismo.
- Lo que postergo se acumula, en ocasiones extremas hablamos de un cumulo de años, por ejemplo, cuidar mi salud. En estos casos, el abordaje es cada vez mas complejo porque con el tiempo se van sumando problemas adicionales.
- Lo que postergo, lo pierdo. Puede ocurrir que cuando deseo abordar lo que he postergado, ya sea tarde, por ejemplo, la maternidad o paternidad, una reconciliación con seres queridos o la vuelta al trabajo después de una excedencia.
¿Por qué postergamos?
- Miedo al fracaso, a exponerme o al ridículo: “Para hacerlo mal, prefiero no hacerlo”.
- Pereza: “Estoy muy a gusto”
- Perfeccionismo: “cuando todo este perfecto será el momento oportuno para….”
- Exceso de confianza: “Lo haga o no, no pasa nada”.
- Autolimitaciones: “Yo no puedo hacer esto”
- Miedo a salir de la zona de confort: “No será tan necesario”
- Egoísmo: “Que lo haga otro”.
¿Cómo dejar de postergar?
- Valorar si estamos ante una actividad realista o bien ante una fantasía que no es posible cumplir. En el caso de las fantasías los mecanismos de postergación se acentúan para evitar el fracaso: ¡Plantéate metas realistas!
- Descomponer el proyecto en pequeñas metas, el objetivo de esta descomposición es asegurarnos el éxito en cada uno de estos pequeños pasos y aumentar la motivación.
- “Ojos que no ven, corazón que no siente”. En general las personas postergadoras tienden a evitar estar en contacto con aquello que postergan: Deja visible el proyecto que necesitas abordar.
- Pide ayuda: Hay ciertas tareas que se nos hacen un mundo y que, con una pequeña ayuda de un amigo, pareja o un profesional podemos superar.
- El fracaso es una fuente de aprendizaje mas valiosa que la evitación: Deja de temer el fracaso, fracasa rápido, fracasa mucho y fracasa mejor.
- Valora el precio, que puede tener la postergación sostenida en el tiempo y pregúntate si estas dispuesto a pagarlo.
- Lo que postergo pesa: ¿Prefiero el beneficio de no hacer hoy o prefiero cargar con el peso de lo que debería haber hecho?
La postergación es una decisión que tomamos de marea consciente, que solemos adornar con una sucesión de excusas. Si tomamos esta decisión, lo adulto es responsabilizarnos de las consecuencias de mis postergaciones.
Dejar de postergar supone pasar a la acción y avanzar de frente hacia lo que necesito.
¿Cómo te puedo ayudar?
- Valoraremos tus bloqueos frente a aquello que estas postergando
- Consolidaremos la confianza en ti mismo para hacerle frente a la situación temida.
- Elaboraremos estrategias de paso a la acción.