NECESIDAD DE APROBACIÓN

 “No permitas que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu voz interior”.

Steve Jobs 

El deseo de aprobación o aceptación por parte del otro es algo natural, que nos ocurre a todos en mayor o menor medida. No obstante, si este deseo se convierte en una necesidad excesiva, puede enmascarar una inseguridad emocional que tenemos que aprender a gestionar para reforzar nuestra autoestima y no limitar nuestro potencial. Veamos cómo podemos trabajarlo.

¿Cuándo la necesidad de aprobación se convierte en un problema?

La necesidad de ser aceptado o de reconocimiento externo es algo presente en todos y cada uno de nosotros. Se trata de una deseabilidad social habitual y contribuye a una convivencia sana a nivel comunitario o social. No obstante, lo saludable puede convertirte en algo patológico si este deseo se convierte en una necesidad excesiva. Es aquí cuando empezamos a juzgarnos a nosotros mismos en función de la reacción de los demás. Por ejemplo, sólo estoy satisfecho por mi trabajo si recibo el reconocimiento de mi jefe o compañeros. Este tipo de comportamiento, que se puede dar tanto en el ámbito laboral, como en el social o familiar, se convierte en una fuente de insatisfacción y malestar constante que puede derivar en ansiedad o depresión, ya que estamos generando una dependencia emocional.

Además, si “el qué dirán” guía nuestro comportamiento y elecciones, estamos obstaculizando nuestro desarrollo personal y social, estamos condicionando nuestra forma de pensar y de sentir.  En otras palabras, estamos dejando de ser nosotros mismos para “ser” o “hacer” lo que los demás esperan, con el malestar emocional y de insatisfacción constante que ello conlleva.

¿Cómo podemos identificar a una persona con necesidad de aprobación excesiva o patológica?

Los principales rasgos o comportamientos comunes en personas con una necesidad de aprobación excesiva son:

• Cambia de opinión o simula estar de acuerdo con algo o alguien para evitar un rechazo.
• Experimenta tristeza y/o enfado cuando no recibe la respuesta que esperaba.
• Tiene dificultad para poner límites y decir que NO, anteponiendo las necesidades del otro a las suyas.
• Intenta no llamar la atención, perdiendo espontaneidad y naturalidad.
• Amabilidad excesiva o tendencia a pedir permiso o disculparse en situaciones que no lo requieren.
• Sus emociones cambian en función de las opiniones o reacciones de los otros.
• Tiene una baja autoestima e inestable.

¿Qué consecuencias puede tener una necesidad de aceptación excesiva?

Cuando la necesidad de aceptación se convierte en dependencia emocional, podemos experimentar una serie de consecuencias que pueden dañar nuestro estado de ánimo y salud mental. Veamos algunas:

• Pérdida de identidad. Perdemos nuestra esencia y pasamos de ser nosotros mismos, a ser y hacer lo que los demás esperan de nosotros.
• La incertidumbre y el miedo pueden apoderase de nosotros mismos, derivando en posibles trastornos de ansiedad.
• Miedo a cometer errores, generando una autoexigencia excesiva e insatisfacción constante.
• Todas las consecuencias descritas anteriormente pueden derivar en sentimientos de tristezas y malestar emocional.

¿Cómo gestionar o eliminar la necesidad de aprobación constante?

Para eliminar la necesidad de aprobación lo primero es reflexionar sobre sus consecuencias y tener en cuenta las siguientes premisas.

• No podemos gustar a todo el mundo, en todo momento. Hasta los artistas más reconocidos tienen sus detractores o ‘haters’.
• Nadie nos conoce como nos conocemos a nosotros mismos. Recuerda que las opiniones de los demás pueden estar equivocadas, e influenciadas por sus propias necesidades de aprobación o inseguridades.
• Toma tus propias decisiones en base a tus preferencias y necesidades, no en función de los demás. Para ello, antes de tomar la decisión preguntante en base a qué lo estás haciendo.

Recuerda que siempre podrás acudir a un profesional que te ayude a eliminar esa dependencia a la aceptación de los demás y recuperar tu bienestar emocional.