Inseguridad Emocional
“La tarea psíquica que una persona puede y debe establecer por sí misma no es sentirse segura, sino ser capaz de tolerar la inseguridad”.
Erich Fromm
La inseguridad emocional es una sensación que acompaña a muchas personas, convirtiéndose en un gran lastre para su crecimiento personal, desarrollo profesional y relaciones sociales, familiares y de pareja.
La incertidumbre nos acompaña a lo largo de nuestra vida, desde el mismo momento en que nacemos, y por tanto la inseguridad es un sentimiento muy común. Todos nos hemos sentido inseguros en alguna ocasión: al comenzar un trabajo, al pronunciar nuestro primer discurso en público o en un entorno desconocido. Estas situaciones pueden generar sensación puntual de inseguridad. Pero existen personas a las que la inseguridad les acompaña en su día a día, que les lleva a dudar de todo, sobre todo de sus capacidades, sentimientos o maneras de actuar. Esta inseguridad se traduce, por tanto, en una falta de confianza y autoestima, así como una sensación constante de temor e indecisión, acompañada a veces por la necesidad de aceptación y refuerzo externo.
¿Cuál puede ser el origen de la inseguridad emocional?
La inseguridad emocional puede surgir debido a diferentes causas:
- Una infancia caracterizada por la ausencia de protección y de seguridad.
- Una infancia caracterizada por la sobreprotección, lo que ha influido en mi desarrollo.
- Una situación traumática que no se ha superado, o no se ha gestionado correctamente.
- Una mala gestión emocional y escasas habilidades sociales.
¿Cuáles son las principales características de una persona con inseguridad emocional?
- Temor a la crítica, la valoración, al juicio externo.
- Se muestran muy susceptibles ante las opiniones de los demás.
- No experimentan con cosas nuevas, no se lanzan a nuevas experiencias ni se arriesgan por miedo al fracaso.
- Se comparan constantemente con los demás.
- Les cuenta interaccionar con los demás, por miedo a que descubran sus defectos.
- Actúan constantemente para esconder sus defectos, por lo que no lograr conocerse bien y ser ellos mismos.
- Están preocupado constantemente, lo que merma su capacidad de disfrute.
- En ocasiones, ocultan su inseguridad, sus debilidades, infravalorando a los demás.
- En ocasiones, por el contrario, muestran un excesivo reconocimiento a los demás, desprestigiándose a ellos mismos.
¿Qué es el complejo de inferioridad?
El “complejo de inferioridad” fue acuñado por Alfred Adler para definir el sentimiento en el cual, de un modo u otro, una persona se siente de menor valor que los demás, lo cual, normalmente, sucede en forma inconsciente y lleva a los individuos afligidos a sobrecompensarlo.
Claves para gestionar la inseguridad emocional
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- Trabaja tus debilidades y aprovecha tus fortalezas. A veces nos centramos en nuestras limitaciones, pero no somos conscientes de nuestras cualidades.
- Comparte tus pensamientos, tus sentimientos, tus inseguridades con familia y amigos de forma honesta. No se trata de proclamar mis inseguridades a todo el mundo, pero sí de expresarlos a gente de confianza que me puede ayudar a vencerlas.
- Desarrolla tu capacidad de disfrute. La inseguridad nos hace preocuparnos en exceso y merma nuestra capacidad de disfrute, pero es algo que se puede trabajar.
- Frena los pensamientos obsesivos: “Están hablando de mi”, “Todo el mundo me mira porque sabe que no seré capaz de superarlo”.
- Trabaja tu autoestima. En este post encontrarás algunas claves.
- Aléjate de la necesidad de perfección y valora cada avance, cada logro.
- No conviertas las críticas en algo personal.
- Si al leer este post te has identificado con algunas de las características descritas, quizás sea un buen momento para comenzar a trabajar y liberarte de tu inseguridad emocional.