IDEAS SUICIDAS
Una medida permanente a una situación generalmente temporal.
Las ideas suicidas responden a múltiples factores, son muy complejas y su prevención es fundamental. Es por esta razón que la vamos a abordar en este post.
La desesperanza es uno de los indicadores más firmes de las ideas suicidas y del riesgo de cometer un acto suicida.
¿Qué es la desesperanza?
La desesperanza es un estado emocional que nos lleva a no afrontar los problemas y a no ver el futuro con ilusión, lo que desemboca en una incapacidad para luchar y para pedir ayuda.
Características de las personas que han perdido la esperanza
- Dificultad para superar el dolor.
- Pensamientos poco claros.
- Parálisis en la toma de decisiones decisiones.
- Dificultad para ver alternativas.
- Problemas para: dormir, comer o trabajar.
- Obstáculos para salir de su estado depresivo.
- Imposibilidad para escapar de la tristeza.
- Les cuesta imaginar un futuro sin sufrimiento.
- Poca valoración de sí mismas.
- Dificultad para controlar la situación.
Otro artículo que te puede ayudar a comprender mejor la sensación de impotencia es este: Indefensión Aprendida, pincha en la imagen para leerlo
La desesperanza es el principal desencadenante de este tipo de ideas, pero recuerda que nunca es tarde para volver a empezar y para agarrarse a la vida.
Ideas suicidas Vs. Conductas suicidas
Ideas suicidas:
Ideas persistentes, que tienen como objetivo acabar con la propia vida.
Pueden ser: Ideas, pensamientos o planes.
Conductas suicidas, tres tipos:
Intento de suicidio
Acción encaminada a ponerle fin a la vida, pero sin conseguirlo.
Suicidio consumado
Quitarse la vida de manera consciente.
Parasuicidio
Conductas auto lesivas, en las que no siempre existe un deseo de morir.
Factores de riesgo:
- Ciertos eventos y circunstancias pueden aumentar el riesgo.
- Intento (s) de suicidio previo (s).
- Una historia de suicidio en la familia.
- Mal uso de sustancias.
- Trastornos del estado de ánimo (depresión, trastorno bipolar, trastornos de la conducta alimenticia, esquizofrenia, trastornos obsesivos compulsivos).
- Acceso a medios letales (por ejemplo, mantener armas de fuego en el hogar).
- Pérdidas y otros eventos (por ejemplo, la ruptura de una relación o la muerte, fracasos académicos, dificultades legales, dificultades financieras, intimidación).
- Historia de trauma o abuso.
- Enfermedad física crónica, incluido el dolor crónico.
Mitos sobre el suicidio:
“Hablar sobre el suicidio es peligrosos porque puede provocarlo”: Hay estudios que demuestran que hablar sobre el suicido suele ayudarle a la persona a sentirse mejor.
“Quien amenaza con suicidarse, nunca lo llevará a cabo”: Cualquier aviso supone un riesgo, que hay que tomar con responsabilidad y respeto. Es aconsejable, en estos casos, buscar ayuda.
“Solo las personas con graves problemas se suicidan”: El suicidio puede responder a distintas causas. Una persona puedes estar aparentemente bien, pero tener conflictos internos o externos que la impulsen en esta dirección.
“Los intentos de suicidio son para llamar la atención”: Cada intento de suicidio es un factor de riesgo importante que debe ser analizado. Es recomendable buscar ayuda de profesionales de la salud.
“Si no tengo preparación, no puedo ayudar”: El interés, la cercanía y los afectos pueden ayudar y también pueden incentivar a la persona para buscar ayuda profesional.
Si tienes ideas suicidas:
- Comunícate con personas de tu entorno que te puedan apoyar, exprésales como te sientes.
- No te quedes en soledad en los momentos de crisis, busca estar cerca de tus personas de referencia.
- Toma distancia de situaciones perjudiciales para ti.
- Evitar el consumo de alcohol, drogas u otras sustancias.
- Participa en las actividades que puedas, aunque te resulte difícil.
- Usar la tarjeta cortafuegos si crees que puede servirte de ayuda.
Estrategias preventivas
- Acudir al Servicio de Urgencias o llamar a su Centro de Atención en Salud Mental para hablar de la situación con profesionales.
- Retirar o controlar todos los elementos que puedan suponer un riesgo.
- Alejar a la persona de lugares peligrosos.
- Tener un control férreo de los fármacos y evitar el fácil acceso a ellos.
- Tras un intento reciente, a pesar de la mejoría aparente, saber que el riesgo de volver a cometer el acto suicida es mayor en los 3 primeros meses.
- Conocer los motivos que le llevan a actuar así y mostrarle otras alternativas de solución de sus problemas.
- Estar atentos/as a las señales de alerta y evolución de la mejoría.
- Involucrar a otras personas significativas que puedan contribuir a superar esta situación.
- No pretender ser la única persona que le ayude:
- Compartir las tareas de cuidado.
- Contar con más familiares o amigos/as.
- Tener claro que los/as profesionales son necesarios/as y no podemos prescindir de ellos/as.
Si alguien indica que está considerando el suicidio, escucha y toma en serio sus preocupaciones. No temas hacer preguntas sobre sus planes. Hazle saber que te importa y que no están solos. Anímalos a buscar ayuda inmediatamente de un profesional capacitado. No los dejes solos.
Cinco consejos sobre lo que puede hacer si le preocupa un amigo o un ser querido:
- Pregúntale a alguien que te preocupa si está pensando en suicidarse. (Si bien las personas pueden dudar en preguntar, las investigaciones muestran que esto es útil).
- Mantenlos a salvo. Reducir el acceso a medios letales para quienes están en riesgo.
- Estar ahí con ellos. Escuche lo que necesitan.
- Ayúdelos a conectarse con apoyo continuo.
- Mantente conectado. Haga un seguimiento para ver cómo les va.
La ayuda puede ser de mucho tipos, pero debe terminar en una ayuda profesional.
Dedica tiempo, escucha, respeto y responsabilidad.
Teléfonos de interés:
- Guía informativa para la detección y prevención del suicidio, Aragón
- Prevención del suicidio: Amarican Psychiactric Association.