ANSIEDAD ANTICIPATORIA
Julieta Domenicone
Psicóloga especialista en ansiedad en Granada.
La preocupación constante por lo que va a ocurrir puede convertirse en lo que en psicología se denomina ansiedad anticipatoria. Esta semana en el Blog Psicología Julieta abordamos sus posibles causas, síntomas y claves para gestionarla.
El ser humano tiene la capacidad de imaginar lo que puede ocurrir en el futuro, lo que no significa que tenga el poder de adivinar lo que realmente ocurrirá. En muchas ocasiones intentamos anticiparnos a los acontecimientos, por lo general poniéndonos en lo peor, lo que se convierte en una fuente de preocupación y de estrés que puede tener importantes consecuencias para mi bienestar.
¿Qué es la ansiedad anticipatoria?
La ansiedad anticipatoria está relacionada con el miedo a lo que está por venir, lo que genera un torrente de pensamientos negativos que impactan en el bienestar de la persona. Situaciones muy habituales como el no saber el resultado que voy a tener en ese examen, cómo me va a ir esta nueva relación que estoy empezando o si realmente me cogerán tras la entrevista de trabajo tienen un factor común, la incertidumbre. Esta incertidumbre puede paralizar a algunas personas como resultado de anticiparse y pensar que cualquiera de esas circunstancias, acabarán resolviéndose de la peor forma posible.
¿Cuáles son las causas de la ansiedad anticipatoria?
Esta sensación de no tener el control es lo que retroalimenta la angustia que sufren las personas con ansiedad anticipatoria. Por tanto, sus causas se pueden encontrar en:
- Experiencias traumáticas vividas en el pasado.
- Fobias o miedos no gestionados.
- Ataques de ansiedad previos.
- Rasgos de la personalidad como la necesidad constante de control, la autoexigencia, una baja autoestima, o inseguridad emocional.
- Presiones o altas exigencias externas.
- Falta de refuerzos positivos en la infancia.
¿Qué síntomas tiene este tipo de ansiedad?
Cuando sufrimos de ansiedad anticipatoria, nuestra mente no para de generar pensamientos negativos que se transforman en una preocupación constante, angustia, pérdida de energía, etc. Los principales síntomas de la ansiedad anticipatoria son, por tanto:
- Pensamientos recurrentes y negativos sobre lo que va a ocurrir, que suponen un importante gasto de energía.
- Procrastinarían o postergación
- Comportamientos de evitación.
- Problemas de concentración y de rendimiento
- Auto sabotaje o auto boicot
- Pensamientos catastróficos
También puede derivar en síntomas físicos como:
- Dificultades para dormir
- Palpitaciones
- Problemas intestinales
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Presión en el pecho
- Dificultad para respirar
¿Cómo gestionar la ansiedad anticipatoria?
- Identifica los pensamientos negativos y recurrentes: Dado que la principal causa de la ansiedad anticipatoria son los pensamientos negativos, lo primero es identificarlos y analizar ante que situaciones se nos disparan.
- Tómate un tiempo cuando se dé alguna de esas situaciones, para sustituir los pensamientos catastrofistas por pensamientos que transmitan más tranquilidad y seguridad.
- Reduce el estrés de tu vida diaria a través de la práctica de ejercicio físico, técnicas de relajación, etc. Si reducimos el estrés, eso nos ayudará a gestionar mejor nuestra ansiedad anticipatoria.
Si la persona no logra gestionar bien la ansiedad anticipatoria, es recomendable que acuda a terapia. Existen diferentes tratamientos terapéuticos que pueden aliviar los síntomas de este tipo de ansiedad.