DECISIONES
Julieta Domenicone, Psicóloga Granada
“Que tus decisiones reflejen tus esperanzas, no tus temores”.
Escribimos nuestra historia a golpe de decisiones, o al menos gran parte de nuestra historia. Desde que nos levantamos comenzamos a tomar pequeñas decisiones, algunas livianas y otras trascendentales, pero todas ellas, de una u otra forma, van configurando nuestro futuro. En este post hablamos de las decisiones y de los aspectos que pueden interferir en nuestras elecciones.
¿Por qué es importante la toma de decisiones?
Vivir es decidir y actuar, aunque no sea fácil. Toda decisión conlleva un grado de incertidumbre y riesgos a asumir. Por ello, tomar conciencia de la importancia de nuestras decisiones es uno de los primeros aspectos que tenemos que tener en cuenta para elegir desde la serenidad y no desde la desesperación o el miedo. Tomar decisiones es un acto de responsabilidad, ya que lo que decida hacer o cómo decida actuar, no sólo tendrá repercusiones sobre nosotros mismos, sino también sobre los demás o incluso sobre nuestro entorno.
Tomar decisiones nos hace más autónomos, es aprendizaje, nos saca de la “zona de confort” y la rutina, y nos puede llevar a caminos que ni siquiera sabíamos que existían, o descubrir facetas nuestras que teníamos escondidas.
¿Qué pasos podemos seguir para tomar una decisión?
Sabemos que tomar decisiones es muy importante en nuestra vida, pero cómo hacerlo de forma efectiva, sin quedarnos bloqueados o inactivos ante la situación. Podemos seguir los siguientes pasos:
- Analicemos la situación. En esta primera fase es importante que analicemos con detenimiento nuestros objetivos, el contexto, los obstáculos que nos podemos encontrar, los resultados que queremos obtener, etc.
- Recopila información. Qué personas nos pueden ayudar, de que recursos dispongo… toda la información que logremos nos ayudará a aclararnos ante el camino a seguir.
- Diseccionemos las alternativas. Hacer un análisis pormenorizado de las posibles alternativas es clave para tomar la decisión más acertada. Quizás haya más alternativas de las que crees, inclúyelas todas en tu análisis, por muy descabelladas que te parezcan.
- Pros y contras de cada alternativa. Una vez identificadas todas las alternativas, lo ideal es identificar los pros y los contras de cada una de ellas, así como los recursos de los que dispongo para llevarlas a cabo.Recuerda que cada alternativa no solo va a repercutir en mi vida, sino que también puede afectar a otras personas, o al entorno.
- Elige una opción. Este paso es clave, puesto que no siempre es fácil o la mejor opción no es tan clara. Pero hay que elegir una, la que más nos favorezca en base al análisis anterior.
- Pasar a la acción. ¿Ya has elegido tu alternativa? Pues ahora es el momento de pasar a la acción. Configura tu plan de acción, puedes planificar cómo vas a llevarlo a cabo para cumplir tus objetivos, y es importante que nos comprometamos a realizarlo.
- Evalúa y haz seguimiento. Evaluar si estamos obteniendo los resultados esperados es clave para saber si tenemos que modificar o adaptar algo.
Tomar decisiones es importante para tomar el control de nuestra vida, y no dejarnos llevar por las opiniones o decisiones de los demás.
¿Qué aspectos pueden interferir en una buena toma de decisiones?
Son muchos los aspectos que pueden interferir en la toma de decisiones, pero hay dos emociones que suelen aparecer constantemente ante decisiones importantes: la culpa y el miedo.
Tomar decisiones implicar analizarte a ti mismo, valorarte, evaluar tus recursos… y todo está vinculado a la autoestima y la seguridad personal. A menos autoestima y seguridad, más miedo a la hora de enfrentarte a una decisión importante, miedo a los riesgos, a equivocarte… y viceversa. Cuanto más me conozco a mí mismo y más seguridad tengo en mí, menos miedo a la hora de dar un paso. Ten confianza en ti mismo y sabrás que la decisión que tomes será la correcta y si acaba no siéndolo, aprenderás de la experiencia.
La culpa también suele interferir en el momento de tomar una decisión, porque las decisiones, como hemos visto anteriormente, son un acto de responsabilidad que puede afectar a otras personas. Por ello, las decisiones bajo cierto grado de responsabilidad pueden estar influidas por la evitación de la culpa.
¿Claves para tomar las mejores decisiones?
Además de los pasos que hemos visto anteriormente para tomar una decisión, existen algunas claves o estrategias que nos pueden facilitar este proceso:
- Tómate tu tiempo. Desde la serenidad nunca tomarás una decisión impulsiva, sino basada en el análisis y la reflexión. Si no tenemos mucho tiempo, haz una breve pausa o descanso que, por pequeño que sea, nos ayudará a ver las cosas más claras.
- Aprende a controlar el estrés para tener una percepción más real de la situación.
- Trabaja tu inteligencia emocional. Algunos estudios han demostrado que las personas con una buena inteligencia emocional, toman mejores decisiones.
Tienes que tomar una decisión importante ¿cómo te puedo ayudar?
A veces la vida nos enfrenta a decisiones trascendentales, que van a suponer importantes cambios en mi vida, lo que nos puede generar cierto bloqueo. Si la información aportada en este post no es suficiente, recuerda que existen profesionales que te pueden ayudar a:
- Analizar la situación, evitando la interferencia de emociones como la culpa o el miedo.
- Identificar otras alternativas que no habías barajado.
- Evaluar riesgos y consecuencias sobre ti y tu entorno.
- Pasar a la acción, trabajando tu seguridad y autoestima.